Introducción

Muchas personas piensan que hacer ejercicios de manera constante es suficiente para cuidar su salud física y mental al cien por ciento. Sin embargo, esto no es completamente cierto. Si bien el ejercicio es esencial para mantener nuestro cuerpo en buen estado, hay determinados hábitos saludables que complementan esta rutina y contribuyen a tener una vida saludable en general. En este artículo, hablaremos sobre algunos de estos hábitos que pueden ser fácilmente incorporados en tu día a día.

Alimentación balanceada

No se puede hablar de hábitos saludables sin mencionar la importancia de una alimentación balanceada. Aun cuando estés haciendo ejercicio de manera constante, consumir alimentos ricos en grasas saturadas, azúcares refinados y otros ingredientes dañinos no te ayudará a alcanzar tus objetivos de salud y bienestar. Por esta razón, es esencial que aprendas a planificar tus comidas con anticipación y que tomes decisiones conscientes con respecto a los alimentos que consumes. Es importante que incluyas en tu dieta una amplia variedad de frutas y verduras frescas, proteínas magras y carbohidratos saludables.

Frutas y Verduras

Las frutas y verduras te proporcionan una gran cantidad de vitaminas y minerales esenciales que tu cuerpo necesita para mantenerse saludable. Además, también son ricas en fibra, un nutriente que contribuye a una digestión saludable y al control del colesterol en sangre. Algunas formas sencillas de incorporar más frutas y verduras a tu dieta incluyen:

agregar una fruta como un plátano o una manzana a tu merienda de media mañana o tarde

preparar una ensalada con diferentes hojas verdes, verduras frescas y un aderezo saludable para acompañar tu almuerzo o cena

consumir un batido de frutas y verduras frescas como un desayuno rápido y nutritivo

Proteínas Magras

Las proteínas magras son esenciales para el crecimiento y la reparación de los músculos del cuerpo. Además, también te ayudan a sentirte lleno por más tiempo y a evitar antojos de alimentos poco saludables. Algunas opciones saludables de proteínas magras incluyen:

pollo a la parrilla o al horno

pescado rico en ácidos grasos omega-3 como el salmón o la trucha

fuentes vegetales de proteínas como frijoles, lentejas y garbanzos

Carbohidratos Saludables

A pesar de que a menudo se les confunde, no todos los carbohidratos son iguales. Mientras que algunos carbohidratos refinados como el pan blanco y el arroz blanco pueden causar picos de azúcar en la sangre y aumentos repentinos de peso, los carbohidratos complejos no procesados proporcionan energía duradera y estable. Algunas opciones de carbohidratos saludables incluyen:

arroz integral

quinoa

pan integral

Sueño adecuado

El sueño es esencial para una buena salud, y puede hacer una gran diferencia en tu rutina de ejercicio. Cuando no duermes lo suficiente, puedes sentirte fatigado y tener dificultades para concentrarte, lo que puede dificultar tu capacidad para realizar ejercicio de manera efectiva y seguir una alimentación saludable. Por otro lado, cuando obtienes suficiente sueño de calidad, puedes experimentar un aumento en tu nivel de energía, una mejor recuperación muscular después del ejercicio, y una disminución en los niveles de estrés. Para asegurarte de dormir lo suficiente, asegúrate de moverte tu cuerpo regularmente a lo largo del día, limitar el consumo de cafeína y alcohol, y establecer un horario de sueño consistente.

Hidratación adecuada

La hidratación adecuada es otro hábito saludable esencial que puede complementar tu rutina de ejercicio. Cuando estás deshidratado, es más probable que experimentes fatiga y falta de energía, además de tener un mayor riesgo de sufrir lesiones y calambres musculares. Para asegurarte de hidratarte adecuadamente, bebe agua regularmente a lo largo del día, especialmente antes, durante y después del ejercicio. También puedes optar por bebidas deportivas bajas en azúcar y electrolitos para reponer los nutrientes que pierdes durante el ejercicio.

Relajación

El estrés es un factor importante que puede afectar tu bienestar físico y mental. Cuando experimentas niveles altos de estrés, puedes experimentar problemas como dolores de cabeza, fatiga, dolor muscular y dificultades para dormir. Para evitar estos problemas, es importante que incorpores la relajación en tu rutina diaria. Algunas formas de relajación que puedes probar incluyen:

yoga o pilates

meditación

masajes

Conclusión

Al incorporar estos hábitos saludables en tu rutina diaria, puedes complementar tu rutina de ejercicio y mejorar tu calidad de vida en términos físicos y mentales. Alcanzar la salud y el bienestar no tiene que ser complicado. Con pequeños cambios en tu estilo de vida, puedes hacer una gran diferencia en cómo te sientes.